Por Borja Crespo
Mes: May 2020
Carlos Areces responde al Cuestionario para una Pandemia
Carlos Areces es dibujante, actor y miembro del grupo musical Ojete Calor. Ha participado en programas y series como La Hora Chanante, Muchachada Nui, Museo Coconut , Águila Roja o EL Ministerio del Tiempo. También ha participado en películas como Balada Triste de Trompeta, Lobos de Arga o Torrente 5. En su faceta de dibujante, ha colaborado con El Jueves, Mister K. o el Fanzine Cabezabajo.
Carlos Areces responde al Cuestionario para una Pandemia:
¿Qué 5 cómics elegirías para vivir una cuarentena?
Un Tintin: Las joyas de la Castafiore, de Hergé. Lo más parecido a Hitchcock en cómic. Una intriga siempre ameniza una pandemia. Spoiler: al final era la urraca.
Los alienígenas, de Jan. Una de mis aventuras favoritas de Super López. Para mantener la unidad frente a los peligros exteriores, ya sean marcianos polimorfos o virus.
La colección completa de Flecha, que me la acabo de comprar: 97 números de un semanario infantil editado por la Falange en 1937. Adoctrinamiento fascista para niños, desde sus páginas se anima sin disimulo a matar comunistas. Nació viejo y ha envejecido peor. Su falta de sutileza lo ha convertido en un completo anacronismo, pero también en una desternillante revista de humor. Es lo que hacía la ultraderecha antes de tener bots.
The Complete Far Side, de Gary Larson: los dos tomacos editados por Andrew McMeel, acompañados del imprescindible The PreHistory of the Far Side. Gary Larson SIEMPRE, a cualquier hora y en cualquier lugar.
La miniserie Justice Inc., de Helfer y Baker. No sé, me acabo de acordar de ella. En su día me encantó, pero no lo he vuelto a leer. ¿Volveré a disfrutarlo desde el confinamiento o descubriré que hay cómics que no deben ser rescatados del recuerdo?
¿Qué disco escucharías en bucle durante el aislamiento si fuera en un ascensor?
En bucle procuraría no escuchar ninguno, porque lo acabaría odiando (el conocido efecto «Resistiré»). Pero el aislamiento sería más llevadero con el NunSexMonkRock de Nina Hagen de fondo, para darle a todo un sentido místico demencial.
4 libros para acompañarte en un viaje espacial sólo de ida.
Shock value, de John Waters.
La hora violeta, de Sergio del Molino.
Ser madre hoy, de Miguel Noguera.
Fiambres: la apasionante vida de los cadáveres, de Mary Roach.
Tus 3 películas favoritas sobre catástrofes
Monstruoso (Cloverfield, 2008), de Matt Reeves.
Chernóbil (Chernobyl, 2019), la miniserie de HBO.
San Andrés (San Andreas, 2015), de Brad Peyton.
Pero me ha costado dejar fuera El incidente (The happening, 2008) de Shyamalan, El día de mañana (The day after tomorrow, 2004) de Emmerich y la muy infravalorada Pompeya (Pompeii, 2014) de W. S. Anderson.
3 webs que te ayudarán a soportar la ley de alarma
super7, para seguir comprando muñecos de la marca ReAction, que son pura adicción.
eBay, para seguir comprando cualquier otra cosa.
comicartfans, para ver los originales de mis autores favoritos que nunca podré comprar.
¿Con qué personaje te gustaría pasar la cuarentena? ¿Por qué?
Lo mejor que ha traído el virus es la excusa para dejar de tratar con gente. ¿Por qué iba a estropearme el confinamiento teniendo que compartirlo con alguien?
Consejos para superar una cuarentena
1) Si tu vecino de balcón pone más de una canción después de los aplausos, préndele fuego a su casa. Rápido. Es muy importante que no le pases ni una porque pronto se vendrá arriba y cada vez estará más tiempo animando al barrio. Suele contar con algún cómplice que le sonríe y le baila los temas: ese cabrón es tan culpable como él. Contribuye a que el dj urbano se considere a sí mismo un servicio social y no sienta el más mínimo remordimiento por molestar a toda la calle. Para él recomiendo amenazas anónimas en el buzón.
2) Apaga el móvil. Deshazte de él. La cuarentena ha hecho aflorar muchísima nostalgia en un montón de horribles de antaño con los que ya no tienes nada en común, y están deseando pegarte unas chapas impresionantes desenterrando recuerdos que no apetecen. Si habías perdido el contacto con ellos, pregúntate por qué.
3) Antes de embarcarte en una serie, asegúrate de que te la hayan recomendado al menos diez personas de confianza. Porque una vez que empieces estarás perdido en la espiral: te podrán la inercia y la desgana de pensar qué ves en su lugar y te comerás las siete temporadas completas… AUNQUE SEA UN COÑAZO. Horas de vida que no recuperarás nunca.
4) Si en su día tuviste la mala idea de abrirte una cuenta de Twitter, es el momento de corregirlo. Hace años, todas esas opiniones que nadie había pedido, esas divagaciones baratas que te van consumiendo poco a poco, esas teorías pilladas por los pelos, los insultos a las espaldas, los terraplanistas, los indignados… todo eso se perdía sobre la barra del bar y quedaba ignoto a la humanidad. Ahora permanece para siempre en la aplicación que más visitas al día. Gana en salud y abandona. Al principio cuesta, pero se puede salir de ahí.
5) Mantente lejos del telediario. Puedes ver Ana Rosa: es igual de alarmista, pero te ríes más.
Coronavirus, conspiración mundial , ¿si o no?
Pensaba que sí hasta que aparecieron los chinos negros. Eso no se le puede ocurrir a ningún guionista.
Por Ricardo Mena
THOR COME SALCHICHAS OSCAR MAYER Y BEBE CRUZCAMPO
Por Borja Crespo
¿Acaso están canonizados los superhéroes? ¿Tienen vida sexual más allá de algún beso fugaz con antifaz con la pareja casta que les asignan por prescripción facultativa? ¿Nos interesa como fans fatales qué páginas porno consumen los tipos con superpoderes? ¿Y las heroínas? ¿Ser un paladín de la justicia es divertido más allá del intercambio de mamporros? ¿Se aburren como cualquier humano? ¿Cuentan ovejas para dormir? ¿Ven la vida pasar desde su atalaya? ¿Viven en una mansión o en un piso compartido? ¿Tienen problemas con su fondo de armario? ¿También leen a Marie Kondo? Afortunadamente, Thor nos ha abrió los ojos en ‘Vengadores: Endgame’ y respondió a una retahila de estas cuestiones sin complejos. Por fin sabemos a qué se dedican los sujetos extraordinarios en sus ratos libres. También vaguean. Se tiran en el sofá, no se duchan en días, desgastan el pijama en el hogar, dulce hogar, y entre partida y partida al Fortnite se comen un Kit Kat. El Dios del Trueno es adicto al Candy Crush, chatea con gifs de gatitos por WhatsApp y prepara unos bocadillos de panceta con queso cheddar extrasensoriales. Los nachos, bien mojados en guacamole del Mercadona, y que no falten tarrinas de hummus a mansalva en la nevera. Es el alimento del futuro y presente, el soylent green de las nuevas generaciones. El príncipe-guerrero asgardiano nos lleva michelines de ventaja, porque el máximo ejercicio que le apetece hacer cuando tocan vacaciones a la carta, o un buen confinamiento, es montar con su poderoso martillo un par de estanterías de Ikea para poder amontonar los blu-rays de películas de Pixar y colocar los muñecos Funko Pop. ¿Le gusta presumir de friki? El gran protector se rasca la barriga, como todos y todas, y ve el futuro muy negro para los millennials mientras no inauguren un Primark en el centro de su ciudad. Marvel es su verdadero Dios. Piensa tocarse las pelotas mientras le duren los royalties que cobra religiosamente por las películas que retratan sus increíbles aventuras con sus colegas los raritos. No piensa hacer nada. Ni siquiera el bien para elevar su autoestima. No le merece la pena. Ha colgado el traje de Manowar en el armario por los siglos de los siglos. Entregarse al onanismo virtual es su única obsesión desde que descubrió a Gianna Michaels. Y tuitear mientras ve ‘Supervivientes’ con el hashtag #PantojaTotal. Pasa de Natalie Portman. Quiere más cerveza. Es tan perezoso que no cuelga Instagram Stories desde hace un cuarto de hora. Odín se revuelve en su tumba para coger mejor posición. Su hijo es un hikikomori poco cool. A veces Thor da un “me gusta” en el perfil de Facebook de una ONG, su solidaridad de butacón es ejemplar. Hoy está nervioso porque se le han acabado los paquetes de Grefusa y no venden en Amazon. Vaya lata. Igual hay que tirarse por la ventana, echar un vuelo y pasar por el ultramarinos más cercano. Cruzarse con gente. Tener que hablar y sonreír. Menos mal que existe Deliveroo. Y los kleenex. ¡Larga vida a Thor!
Grace Morales responde al Cuestionario para una Pandemia
Grace Morales fue fundadora del fanzine Mondo Brutto. Ha colaborado en diversas publicaciones como El Butano Popular o Jot Down y periódicos como La Vanguardia. Ha escrito libros como «Otra dimensión» y «Creaciones Madrid Vol. 01».
También ha participado en antologías como Almanaque Franquismo Pop (Mondadori, 2001), España es Sobrenatural (Melusina, 2009), Black Pulp Box (Aristas Martínez, 2012) y Madrid, con Perdón(Caballo de Troya, 2012).
Grace Morales responde al Cuestionario para una Pandemia:
¿Qué 5 cómics elegirías para vivir una cuarentena?
Ghost World
Promethea
Mil melodías añinadas
¿Qué disco escucharías en bucle durante el aislamiento si fuera en un ascensor?
No puedo quedarme con un disco, cambio dos cómics por 2 discos:
The rise and fall of Ziggy Stardust,
The modern lovers y JuJu de Siouxsie,
4 libros para acompañarte en un viaje espacial sólo de ida.
Jonathan Strange @ The Sr Norrell, de Susanna Clarke
Transcrepuscular, de Emilio Bueso
El barbero y el super hombre, del Colectivo Juan de Madre
Lo Oculto, de Colin Wilson
Tus 3 películas favoritas sobre catástrofes
El enjambre (The Swarm, 1978 Irwin Allen),
Safe (Safe 1995, Todd Haynes),
Snowpiercer (Snowpiercer, Boom Joom-Ho, 2013).
3 webs que te ayudarán a soportar la ley de alarma
¿Con qué personaje te gustaría pasar la cuarentena? ¿Por qué?
Personajes, no sé, Bob Dylan, porque es el único que me gustaría conocer.
Consejos para superar una cuarentena
No tengo ningún consejo, sólo que no seas muy ruidoso
Coronavirus, conspiración mundial , ¿si o no?
Me da igual lo que haya sido, ha sucedido y nos vamos a enterar.
Por Ricardo Mena
Covidnagre-19 (03)
Por Vinagre
Phase IV
Por Miguel Ángel Martín
Víctor Coyote responde al Cuestionario para una Pandemia
Víctor Coyote (Víctor Aparicio Abundancia) es lo que se dice un artista todoterreno, multidisciplinar, abierto a experimentar. Líder de la mítica banda Los Coyotes de Víctor Abundancia, además ha sido director de premiados videoclips, como Milonga del marinero y el capitán, dibujante de cómics, ilustrador, director y actor de teatro, y muchas cosas más que seguro que nos olvidamos.
Víctor Coyote responde al Cuestionario para una Pandemia:
¿Qué 5 cómics elegirías para vivir una cuarentena?
«La ascensión del gran Mal», de David B.
«La pista del gran Norte/ Jerry Spring», de Jijé
«Spirit» de Will Eisner
«Arséne Schrauwen» de Oliver Schrauwen
y cualquiera de Jacovitti,
¿Qué disco escucharías en bucle durante el aislamiento si fuera en un ascensor?
Ninguno, porque cualquiera acabaría odiándolo.
4 libros para acompañarte en un viaje espacial sólo de ida.
Cuatro que no haya leído aún:
«Quaresma descifrador», de Fernando Pessoa (estoy leyéndolo),
«La Maleta», de Serguei Dovlatov (lo tengo de hace tiempo, pero aún no lo empecé),
«La desaparición de los Rituales», de Byung_Chul Han (el tema de los rituales en la sociedad moderna me interesa)
y cualquiera de Zola (a ése sí me que me lo tengo leído y me gusta mucho)
Tus 3 películas favoritas sobre catástrofes
El séptimo sello,
3 webs que te ayudarán a soportar la ley de alarma
Tutoriales sobre viola caipira en youtube.
Series míticas de TVE en TVE a la carta (ya me he visto “Plinio” y voy por “Los Camioneros”).
Y google maps para viajar por carreteras comarcales.
¿Con qué personaje te gustaría pasar la cuarentena? ¿Por qué?
Con ningún personaje. No me gustan los personajes para la vida normal.
Consejos para superar una cuarentena
Aguantarse y resignarse (la herencia católica no siempre es mala). Lo peor cuando todos estámos en estado de confinamiento es la brasa-laicoreligiosa-gratuita.
Coronavirus, conspiración mundial , ¿si o no?
A los conspiranoicos les pasa una cosa: yo les creería si no se apuntasen a todas las teorías de conspiración. Seguramente alguna de las teorías conspiranoicas es verdadera, pero es improbable que lo sean todas. Por ejemplo, yo me creo antes lo que dice Trump sobre las redes G5 que su teoría sobre el coronavirus. Lo malo de un mentiroso es que alguna vez dice la verdad
Por Ricardo Mena
Control de fronteras
Por Toño Tejerina
La última vez que viste a alguien que apreciabas, seguramente, le dijiste: Hasta ahora, hasta mañana, hasta luego, hasta la semana que viene, hasta el año que viene… Porque siempre que nos despedimos de una persona querida, lo hacemos circunscritos a un tiempo, a la distancia con la que fijamos la esperanza de que volvamos a vernos, a juntarnos… Casi nunca nos despedimos de alguien cercano con un adiós, a menos que ese adiós sea parte de las sentidas palabras pronunciadas durante su entierro.
Estoy seguro de que nadie se despidió el pasado 14 de marzo con un, “¡Hasta el mundo que viene!» Pero ahora todos hemos quedado congelados hasta el mundo que viene. Y no tenemos ni puta idea de cómo será.
La gente habla de salir de aquí mejores, de reforzar lo colectivo, de repensar los modelos productivos… E incluso hay quien fantasea con la destrucción del capitalismo. ¿Pero cómo será el cara a cara individual? ¿Hasta dónde nos llevará el distanciamiento social? ¿Nos convertiremos en aduaneros de nosotros mismos? ¿Redefiniremos nuestras propias fronteras? ¿Qué requisitos le impondremos a los demás para otorgarles nuestra nacionalidad? ¿Tendrán que casarse con nosotros? O acreditar que han vivido más de un año a nuestro lado, que tienen un historial médico impoluto y que no tienen antecedentes penales… ¿Tendrán que saber cuál es nuestro programa de televisión favorito¿ ¿Y cosas que no sabemos de nosotros ni nosotros mismos? ¿Promulgaremos cada uno nuestra propia ley de extranjería, para decidir quién es digno de transitar por nuestros dominios, ¿de tocarnos? ¿Tendremos que suscribir un tratado Schengen con nuestra gente, para que sepan que pueden circular con nosotros, y por nosotros, ¿libremente?
A la gente que nos caiga mal, a la que no dejaremos entrar, ¿pagarán a otros grandes cantidades de dinero para ser empujados contra nosotros?
¿La infidelidad será considerada contrabando? Porque sería entrar y salir, esporádicamente, aprovechando la ocasión, furtivamente, procurando no ser vistos, y siempre de forma “ilegal”.
Ahora, cuando todos contentos hacemos vídeollamadas, ¿son contactos de mandatarios entre embajadas?
Si a partir de ahora, cada uno vamos a ser nuestro propio país, elige bien tu bandera, y los principios que van a regir tu constitución. Yo solo espero que los besos, los abrazos, las palmadas en la espalda… las muestras físicas de afecto en general, no queden relegadas a la sección de contactos de un periódico, como prácticas solo reservadas a los más pervertidos.
La razón de la Lapa (04)
Por Josep María Beá
El Gran Encierro (02)
Por Borja Crespo
CAPÍTULO II: ‘PONME UNA CAÑA, ¡GRACIAS!’
Año 4 y siete meses después del Gran Confinamiento, en la era post-internet. Todo lo que fue, dejó de serlo. Todo lo que fue antes, volvió a ser. Quizás otra vez será. Quizás nunca lo sea. Lo que parecía un nuevo orden mundial ha pasado a la historia. El exceso de vida cultural ha convertido los cerebros de los ciudadanos de pro en pulpa. Anonadados ante su propio exceso de sabiduría, no ven nada más allá de sus narices. La respuesta a la alienación intelectual es tomar de nuevo las calles. La algarabía consiste en bailar bajo la luz de la luna completamente desnudo con cánticos envolventes que van desde villancicos a clásicos del folclore de antaño, con una base de drum and bass. También se llevan temas retro de los payasos de la tele y clásicos de los 90 como el Max Mix, sonidos techno fusionados con ritmos tribales. En esta orgía cacofónica la melancolía se funde con el deseo de vivir a tope sin que ningún hilo mueva nuestros cuerpos entregados al libre albedrío. La eterna contradicción del ser humano: abrazar la libertad y dejar de pensar, con lo que ello conlleva, o rendirse a la reflexión desmedida para intentar descifrar lo incomprensible. La irracionalidad de nuestra existencia produce monstruos. Estrujarse demasiado las meninges deriva en cierta tortura espiritual. Apagar las neuronas puede llevar al disfrute desvergonzado de los más bajos instintos. Lo ideal es encontrar un equilibrio entra la emoción y la razón, pero triunfa el non sense. Leer tantos libros y experimentar tanta sapiencia ha provocado un colapso filosófico sin precedentes. Una explosión de frivolidad es necesaria para paliar el abuso del pensamiento crítico. El hedonismo y la superficialidad retoman el ciclo de la vida. Las mentes se relajan y ya no hace falta refugiarse en las viviendas, entre cuatro paredes, por obra y gracia del cambio climático. Se puede dormir a la intemperie. Liberarse de los objetos personales es tendencia. Las barbacoas iluminan la oscuridad. El materialismo está en declive. No hace falta ropa para ocultar nuestras vergüenzas. Enseñar la piel no es tabú, ni el sexo desbocado con extraños. La carne y la tierra. El espíritu se desdobla, abandona la conciencia para divertirse sin miedo al qué dirán. A cambio, la civilización toma un rumbo tan impredecible como rico en oportunidades. El mañana fue ayer. Somos el único animal consciente de su fecha de caducidad.
Panzine 